La miopía es un defecto refractivo que provoca visión borrosa de lejos, aunque la visión de cerca suele mantenerse clara. Se produce cuando el ojo es más largo de lo normal o la córnea tiene demasiada curvatura, lo que hace que la imagen se enfoque delante de la retina.

Tratamientos quirúrgicos para la miopía:

Disponemos de distintas técnicas para corregir la miopía de forma precisa y segura:

LASIK

Se realiza un pequeño corte en la capa superficial de la córnea (flap), y luego se aplica el láser excimer para remodelar su curvatura. Es una técnica rápida, con mínima molestia y recuperación visual casi inmediata.

PRK

Variante sin corte corneal. Se retira el epitelio y se aplica el láser directamente sobre la superficie de la córnea. Es ideal para córneas más delgadas. La recuperación visual es algo más lenta, pero igualmente eficaz.

ICL (lente fáquica intraocular):

Se implanta una lente dentro del ojo, sin alterar la córnea. Está indicada en casos de miopías altas o cuando la cirugía con láser no es viable. Es reversible y ofrece una excelente calidad visual.

¿En qué consiste la cirugía?

En todos los casos, la intervención se realiza de forma ambulatoria, con anestesia en gotas. Es un procedimiento indoloro, rápido y altamente predecible. La mayoría de los pacientes recuperan una buena visión en pocas horas o días, dependiendo de la técnica utilizada.

Control de la miopía en niños

Cuando la miopía aparece en edades tempranas, es importante controlar su progresión para evitar que alcance valores elevados en la edad adulta. En nuestra clínica ofrecemos distintas opciones seguras y eficaces que pueden ayudar a frenar su avance:
  • Ortoqueratología (lentes de contacto nocturnas): lentes especiales que se colocan por la noche y se usan mientras el niño duerme, moldeando suavemente la córnea. Corrigen la visión durante el día sin necesidad de uso de gafas o lentillas y ayudan a ralentizar el crecimiento axial del ojo.
  • Colirios de medicación: aplicados una vez al día, han demostrado que pueden ayudar a reducir la progresión de la miopía en niños de forma eficaz y bien tolerada.

Estas medidas deben indicarse y supervisarse por el oftalmólogo, tras valorar la evolución de la graduación y el riesgo de progresión individual.