La neuro-oftalmología es la subespecialidad que se ocupa de las alteraciones visuales relacionadas con el sistema nervioso. Estudia cómo afectan al ojo enfermedades del cerebro, nervios ópticos y vías visuales, así como ciertos trastornos musculares o neurológicos que repercuten en el movimiento ocular y en la percepción visual.
Muchas veces, los síntomas visuales de origen neurológico son sutiles y requieren una evaluación detallada para establecer un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado.
¿Qué síntomas pueden indicar una afectación neuro-oftalmológica?
- Pérdida súbita o progresiva de visión sin causa aparente
- Visión doble (diplopía) de aparición reciente
- Defectos en el campo visual (manchas, sombras, pérdida lateral de visión)
- Movimientos oculares anormales (nistagmo, parálisis)
- Caída de párpado (ptosis) de inicio brusco
- Cambios en el tamaño de la pupila o en la respuesta pupilar a la luz
- Dolor ocular asociado a movimientos del ojo
- Alteraciones visuales transitorias (visión en niebla, flashes, deslumbramientos)
Estos síntomas pueden deberse a afecciones como neuritis óptica, neuropatías craneales, tumores del nervio óptico, accidentes cerebrovasculares, esclerosis múltiple, miastenia gravis, hipertensión intracraneal o pseudotumor cerebral, entre otras.
¿Cómo se realiza el diagnóstico?
epende de la causa, tipo y edad del paciente. Puede incluir:
- Exploración del fondo de ojo
- Estudio pupilar y de los movimientos oculares
- Campimetría computarizada (campo visual)
- Tomografía de coherencia óptica (OCT) del nervio óptico y retina
- Potenciales evocados visuales
- Coordinación con neurología y pruebas de neuroimagen (resonancia magnética, TAC)
La importancia de una valoración especializada
Los trastornos neuro-oftalmológicos pueden ser la primera manifestación de una enfermedad neurológica o reflejar una alteración más amplia del sistema nervioso. Por eso, una evaluación temprana y precisa es clave para orientar el diagnóstico, iniciar el tratamiento adecuado y preservar la visión.